
El ciberacoso involucra conductas repetitivas con la intención de atemorizar, humillar o enojar a las personas, además de amenazar o extorsionar. Estas conductas pueden tener consecuencias psicológicas, emocionales y físicas, afectando la salud mental de la víctima y generando cuadros de ansiedad, miedo, aislamiento, baja autoestima y comportamientos perjudiciales.
La violencia digital, conocida también como ciberacoso, constituye una variante más en las formas de ejercer violencia y se define como el hostigamiento virtual mediante medios digitales, tales como Facebook, Instagram, Snapchat y TikTok, así como foros en línea, plataformas de juegos, aplicaciones de mensajería y dispositivos móviles.
Este tipo de acoso en línea implica la publicación o difusión de contenido íntimo, vergonzoso, perjudicial, falso o cruel sobre otra persona, sin su consentimiento. Esto puede incluir compartir información personal o privada sobre alguien, provocando vergüenza o humillación.
Es esencial llevar a cabo la denuncia, tanto ante la Policía de la Ciudad como ante el Ministerio Público Fiscal.
En un contexto de alta conectividad, estas conductas son cada vez más frecuentes. Por eso, identificarlas, visibilizarlas y llevar las denuncias al ámbito judicial es crucial. En términos legislativos, hay un largo camino por recorrer, así como numerosas herramientas contra el cibercrimen.
Para conservar pruebas, se aconseja no eliminar información, no reenviar datos recibidos y no bloquear al acosador.
Una de las consultas más comunes de las víctimas se refiere a cómo conservar las pruebas. Por ello, desde el ámbito policial se recomienda seguir la regla de los tres “no”:
- No borrar la información.
- No reenviar los datos recibidos.
- No bloquear al acosador.
Es importante capturar imágenes de toda la información relacionada con el acoso, como comentarios, publicaciones, mensajes, correos electrónicos y números de teléfono, y preservarla para evitar que el agresor tenga acceso a las pruebas. Además, es aconsejable guardar las URL de los contenidos perjudiciales que se hayan compartido en línea, si los hubiera.
La integridad de la información es fundamental para llevar adelante los procesos judiciales. Se recomienda no denunciar el perfil en la plataforma digital, sino simplemente ignorar los mensajes, comentarios o llamadas hasta presentar una denuncia penal.
Las diferentes formas de violencia de género se manifiestan en diversos ámbitos de la vida cotidiana. Dado que Internet forma parte de la rutina diaria de todos, cualquier mujer puede ser víctima de este tipo de agresiones.
Cómo realizar una denuncia La denuncia puede efectuarse en todas las comisarías de la Policía de la Ciudad y enlaces proporcionados por el Ministerio Público Fiscal (sitio web, correo electrónico, aplicación, teléfono o presencialmente en la Dirección de Investigación del Cibercrimen).
También está disponible la línea 144 y el Boti (11-5050-0147) para recibir información, contención y asesoramiento.
Para situaciones de emergencia con riesgo de vida, se debe contactar al número 911, que brinda atención las 24 horas.