
Marcha para pedir justicia por Fernando Sosa. fotos Emmanuel Fernández
El próximo 18 de enero marcará un doloroso hito: cuatro años desde que Fernando Báez Sosa fue brutalmente asesinado a golpes por un grupo de jóvenes rugbiers a la salida de un local nocturno en Villa Gesell.
El asesinato de Fernando conmocionó tanto a nivel nacional como internacional, con la difusión viral de videos que mostraban el violento ataque en las redes sociales. Desde entonces, familiares, amigos y la sociedad en general han exigido justicia en un caso que ha puesto a prueba la capacidad del sistema judicial para impartir una condena acorde a la gravedad del crimen.
Fernando Burlando, el abogado que representa a la familia de la víctima, ha expresado su preocupación por la dilación del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires en resolver este caso. Burlando ha señalado que existen rumores sobre la posible revisión de las edades de los acusados, lo que ha generado incertidumbre sobre la severidad de las penas que podrían enfrentar.
Los ocho jóvenes responsables del homicidio fueron condenados a cadena perpetua en febrero del año pasado. Desde entonces, han estado recluidos en la Alcaidía Roberto Pettinato en La Plata, viviendo en aislamiento del resto de la población carcelaria. Pasan la mayor parte del tiempo en sus celdas, realizando tareas asignadas y recibiendo visitas de familiares.
El abogado defensor de los acusados ha presentado recursos de apelación, solicitando la absolución de algunos y la reducción de las penas para otros, argumentando que el crimen debería considerarse como un “homicidio en riña o agresión tumultuosa”. Por otro lado, los padres de Fernando también han apelado la sentencia, cuestionando la decisión del tribunal de no imponer cadena perpetua a todos los acusados.
La espera por la resolución de las apelaciones se ha vuelto angustiante para la familia de Fernando y para la sociedad en general. Ahora, la última palabra recae en los jueces del Tribunal de Casación Penal de La Plata, quienes deben pronunciarse sobre los recursos interpuestos. Mientras tanto, la lucha por la justicia y la memoria de Fernando continúa, en la esperanza de que se haga valer la verdad y se alcance una justicia adecuada.