
En medio de la continua y debatida encrucijada entre clases presenciales y virtuales, emerge una realidad innegable: para los niños en edad escolar, acudir a las aulas encierra un valor fundamental, que trasciende lo pedagógico y se extiende a lo social. En este contexto, la mirada se posa en la importancia de que los niños, docentes y familias puedan regresar a las aulas con tranquilidad. Y aquí, el Plan de Vacunación emprendido por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires emerge como un baluarte para forjar ese retorno seguro y confiable.
Este día marcó la apertura de un nuevo período de empadronamiento, dirigido al personal docente y no docente que comprende edades entre 18 y 44 años, ambos inclusive. Para aquellos con 45 años o más que aún no han realizado su inscripción, la ventana de oportunidad sigue abierta, permitiendo que nadie quede atrás en este proceso vital.
En esta etapa en curso, el empadronamiento abarca al personal hasta el Nivel Superior no Universitario, una categoría que engloba un amplio espectro. Y, a medida que culmine, se proyecta avanzar hacia la inscripción del personal de las universidades públicas y privadas con presencia en la Ciudad de Buenos Aires, un paso en la dirección de la normalización académica.
El proceso de vacunación exige una preparación cuidadosa: al momento de presentarse para recibir la dosis, el personal debe llevar consigo el DNI vigente, la constancia de confirmación del turno y la documentación que respalde su vínculo con el establecimiento educativo. Además, se establecen procedimientos para la justificación de ausencia en el trabajo el día de la vacunación, a través de la carga de datos en el sistema SIAL como VACUNACIÓN COVID, lo cual debe ser acompañado por una presentación al día siguiente en la escuela donde laboran para su inclusión en el legajo.
En esta encrucijada, donde la educación se encuentra en un punto de convergencia entre desafío y esperanza, se erige un sistema de consulta y gestión de licencias para el personal docente y no docente. Una red de recursos que apunta a mantener la fluidez y claridad en cada paso del camino.
Con el avance de las entregas de las vacunas y el compromiso continuo, la comunidad educativa traza su ruta de vuelta a la normalidad, guiada por la certeza de que la educación presencial, cuidadosamente acompañada por las medidas de seguridad y prevención, es un elemento crucial para el crecimiento y bienestar de las generaciones futuras.