
En las últimas 96 horas, un total de más de 800 personas han encontrado refugio en los paradores de la Ciudad de Buenos Aires, como parte de un esfuerzo coordinado por la Red de Atención Social. Esta iniciativa busca garantizar que nadie pase la noche en la calle durante las bajas temperaturas que afectan a la región.
Cada noche, más de 600 operadores distribuidos en 60 móviles de la Red de Atención se despliegan por las calles porteñas para brindar asistencia inmediata a las personas en situación de calle. En las últimas 96 horas, 328 individuos han aceptado ser trasladados a los Centros de Inclusión Social, mientras que alrededor de 500 personas han recibido atención en los paradores diurnos.
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, subrayó la importancia de la Red de Atención para proporcionar apoyo integral a quienes más lo necesitan. “La calle no es un lugar apto para vivir, y estamos comprometidos en asegurar que todos tengan acceso a un refugio seguro y condiciones dignas”, afirmó Macri.
Ante las condiciones climáticas adversas, la Ciudad ha aumentado en un 120% la cantidad de equipos de la Red de Atención desplegados en las calles, incluyendo la colaboración de voluntarios de iglesias evangélicas y socorristas dedicados a monitorear casos críticos que requieren asistencia especializada.
Los vecinos pueden solicitar ayuda para personas en situación de calle o emergencia social a través de la Línea 108 y del BOTI de la Ciudad (11-5050-0147), siendo crucial la participación comunitaria en este esfuerzo conjunto por proteger a los más vulnerables.
Durante estos días de clima extremo, se intensifican los patrullajes en áreas críticas como plazas, estaciones de subte y zonas de alto tránsito, facilitando el acceso de las personas en situación de calle a los Centros de Inclusión, donde reciben alimentos calientes, productos de higiene y prendas de abrigo.
Los 47 Centros de Inclusión Social operan las 24 horas del día, trabajando individualmente con cada persona para ayudarles a reconstruir un proyecto de vida estable. La capacidad actual supera las 4,000 camas disponibles, asegurando que ningún ciudadano carezca de un lugar seguro donde pernoctar en estos momentos críticos.