
En un encendido discurso ante las bases de su partido, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dio inicio al año electoral con fuertes declaraciones, marcando distancia con el partido La Libertad Avanza. “Esta ciudad no es un botín de guerra”, enfatizó, dejando claro su rechazo a las propuestas y la visión política de la agrupación opositora.
El mandatario porteño arengó a sus seguidores, resaltando la importancia de defender los logros alcanzados en la ciudad y de trabajar para consolidar un proyecto que, según sus palabras, busca el bienestar de todos los ciudadanos. Su mensaje estuvo cargado de un tono combativo, anticipando una contienda electoral que se perfila como reñida y donde la confrontación ideológica jugará un papel clave.
La frase “Esta ciudad no es un botín de guerra” resonó con fuerza entre los presentes, interpretándose como una clara advertencia a quienes pretenden utilizar a la capital argentina como un mero instrumento de poder o beneficio personal. El discurso se produce en un contexto de creciente polarización política, donde las diferencias entre los distintos espacios son cada vez más marcadas.