
El bar Plaza Dorrego un emblema del barrio de San Telmo al día de la fecha se encuentra cerrado ya que no puedo afrontar el pago de salarios adeudados y el vencimiento del alquiler. EL bar que se encuentra ubicado en la calle Defensa 1098 esta siendo impulsado en un proyecto que tiene la meta declararlo bien de Interés Histórico a través de la comisión Nacional de Monumentos de Lugares y Bienes Históricos.
La situación del legendario Bar es complicada, tanto su dueño como sus empleados, siguen trabajando en el local día y noche, para impedir su cierre definitivo, y a la espera de esta declaración de la Ciudad, para recuperar el inmueble.
Aunque ya fue declarado en el año 2004 como “Bar Notable y Sitio de Interés Cultural”, por la Legislatura Porteña, no lograron que el Gobierno de la Ciudad pueda revertir la situación actual que amenaza con su continuidad, pero con esta nueva declaración de “Bien de Interés Histórico Nacional”, a través de la Comisión Nacional de Monumentos, aseguran que el Bar será protegido como parte de la historia de la Ciudad de Buenos Aires y resguardado. El trámite ya fue presentado y aprobado en la Comisión, solo faltaría la declaratoria.
El Bar Plaza Dorrego fue inaugurado hace más de 140 años, en la esquina de Defensa y Humberto Primo, en el pintoresco barrio de San Telmo.
Es un bar con mucha historia, durante la última dictadura militar, fue el punto de reunión de muchos jóvenes que compartían el sueño de la democracia. En su interior se filmaron escenas de la película “La Peste” del director argentino Luis Puenzo, y por sus mesas era común ver a figuras como Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Juan Carlos Altavista, Jorge Porcel, Mario Sánchez y Julio de Gracia, entre otros. El bar funciona en la planta baja de un tradicional edificio de dos pisos, construido en 1880, y donde se encontraba el almacén “El Imperial”, de ramos generales y despacho de bebidas. De esa época aún se conservan el viejo mostrador de madera, ubicado en la mitad del salón, la antigua caja registradora, y el piso de mosaicos blancos y negros.
A pesar que actualmente, el contrato de alquiler venció hace unos días, y que se adeudan los salarios de los mozos, el propietario tiene la ilusión de volver a abrir sus puertas este jueves 03 de septiembre, a la espera de la resolución de la Comisión de Monumentos Históricos de la Ciudad.