
Construir sabiduría, incentivar costumbres saludables y fomentar valores de consideración hacia nuestro planeta se perfilan como rutas esenciales para forjar un modo de vida sostenible y una evolución sostenida de las comunidades. Por ende, es fundamental que la temática ambiental y todas sus dimensiones se exploren en los diversos niveles educativos, dado que desde las escuelas se inculcan y fomentan acciones orientadas al resguardo y salvaguardia del entorno circundante.
Numerosas provincias y jurisdicciones cuentan con regulaciones vigentes de educación ambiental. La Ciudad de Buenos Aires resalta como una referencia en la nación y en la región. Desde 2005, la ley N.º 1687 gobierna en este territorio. En el año pasado, el programa Escuelas Verdes celebró su primera década como política pública sostenible a lo largo del tiempo, incentivando la sustentabilidad a través de la educación y la administración ambiental en las escuelas de la capital.
Argentina logró resolver un desafío pendiente en este aspecto. El viernes 14 de mayo, la Cámara de Senadores del Congreso Nacional ratificó de forma unánime lo que los legisladores habían aprobado unas pocas semanas antes: el proyecto de Presupuestos Mínimos para establecer la Educación Ambiental a nivel nacional se convirtió en la ley N.º 27621.
Este hito histórico se concretó gracias a la labor de los representantes de la Ciudad de Buenos Aires, las 23 provincias, Organizaciones No Gubernamentales, colectivos y agrupaciones ecologistas.
De manera general, la ley establece una estrategia nacional a largo plazo, asegurando el acceso a una educación ambiental gratuita, federal, apartidaria y continua. Esta propuesta avalada por el Congreso busca amalgamar objetivos y perspectivas en todo el país, en aras de consolidar el cambio de paradigma indispensable para lograr un progreso sostenible de la sociedad, al tiempo que se respetan, protegen y fomentan una gestión eficaz de los recursos naturales y la vida en todas sus formas, entornos y ecosistemas.
La nueva ley exige la incorporación de contenidos ambientales en todos los niveles educativos, sustentados en una serie de objetivos, principios y fundamentos básicos. Entre estos sobresalen el respeto por la biodiversidad, la equidad e igualdad, el reconocimiento de la diversidad cultural y de las comunidades originarias, el cuidado del patrimonio natural, el pensamiento crítico y el derecho constitucional a un medio ambiente sano.
De esta manera, nace la Estrategia Nacional de Educación Ambiental Integral (ENEAI), una herramienta legal que dotará a las escuelas de todo el país de un enfoque sólido en la educación ambiental dentro de las aulas. Esto supone un avance fundamental en la construcción de una ciudadanía con valores de solidaridad y respeto hacia el medio ambiente. De este modo, se motiva a las generaciones presentes y futuras a ser actores del cambio cultural y social requerido frente a los desafíos que la crisis ambiental plantea.
La implementación de la ENEAI a nivel territorial, provincial y municipal es un aporte del país hacia la realización de las metas establecidas en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en la meta 7 del Objetivo N.º 4 (“Educación de Calidad”): “Asegurar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, a través de la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles.”
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) serán responsables de garantizar la aplicación de la ley, en colaboración con el Consejo Federal de Educación.
En un plazo de 90 días posteriores a la reglamentación y entrada en vigor de la ley, se establecerá la Coordinación Ejecutiva de la Estrategia Nacional de Educación Ambiental (CENEA), integrada por representantes del ámbito educativo, académico, científico, de las comunidades originarias y organizaciones civiles, entre otros.
Desde Escuelas Verdes, celebramos y respaldamos este logro, ya que nos brindará la oportunidad de consolidar una red nacional y federal de intercambio y colaboración con instituciones de todo el país. Es un paso crucial hacia un futuro donde la educación ambiental sea el pilar de una sociedad consciente y comprometida con la sustentabilidad.