
El Día Mundial del Trabajador/a, este domingo 1° de mayo, es una fecha que invita a reflexionar sobre los derechos, costumbres y condiciones laborales en todo el mundo, especialmente en los asentamientos informales.
En el año 2015, cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó a trabajar en el Barrio Mugica (ex Villa 31), el panorama era desafiante: el 68% de los adultos no había completado la educación secundaria, no existía ninguna escuela pública, se enfrentaba un 76% de inseguridad laboral y había más de 900 comercios informales.
Además de estas problemáticas, se sumaban las dificultades urbanas y sociales, como tener que caminar kilómetros para acceder al transporte público o sufrir discriminación al buscar trabajo debido al lugar de residencia en un barrio popular.
La ex Villa 31 avanza en su transformación histórica, logrando crear fuentes de empleo y promoviendo la articulación entre todos los sectores
Desde que se inició el Proyecto de Integración y Urbanización a fines de 2015, el Gobierno de la Ciudad busca ante todo la sostenibilidad a largo plazo. La integración económica con el resto de los barrios es un paso crucial que plantea estrategias políticas a largo plazo para transformar el comercio local del barrio en un circuito comercial más amplio en la Ciudad.
Así, se implementó un plan integral que abordaba las problemáticas urbanas y sociales, al tiempo que buscaba fortalecer las capacidades económicas de los habitantes del barrio. Estas políticas siguen vigentes hasta hoy y se expanden constantemente, ya que no hay mejor política social que la generación de empleo.
Uno de los primeros desafíos fue la formalización de la Feria del Barrio. Se remodeló y organizó uno de los principales focos de actividad económica, permitiendo que más de 300 feriantes obtuvieran permisos habilitados, puestos formales e inscripciones al monotributo.
Posteriormente, a principios de 2017, comenzaron las actividades en el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (CeDEL), que ofrece desde búsquedas laborales hasta capacitaciones, cursos y talleres que abarcan una amplia gama de opciones: coaching, marketing, simulacros de entrevistas, correcciones de CV y diferentes oficios.
Gracias a estos esfuerzos, actualmente, 1 de cada 3 vecinos del barrio ha pasado por el CeDEL, más de 1.500 emprendedores reciben asesoramiento, y más de 1.400 personas han obtenido su primer empleo formal.
Finalmente, pero no menos importante, es la articulación público-privada, ya que ninguna institución puede enfrentar los complejos desafíos que implica la informalidad trabajando sola. Desde el principio, se ha buscado fortalecer estos vínculos, lo que ha permitido que actualmente haya más de 250 empresas que apoyan este proyecto de diversas formas: estableciéndose en el barrio, brindando capacitaciones a emprendedores o comerciantes locales, formando parte de la bolsa de empleo del CeDEL, contratando servicios y proporcionando empleo formal a trabajadores/as del Barrio Mugica.
