
En conmemoración del Día de la Infancia, que se celebra el 16 de agosto, la Agencia de Protección Ambiental se embarca en una iniciativa significativa. A lo largo del mes de agosto, desplegará una campaña que promete dejar una huella positiva. En esta ocasión especial, los Puntos Verdes Móviles, esos pioneros ambulantes en la causa ecológica, se alzarán como agentes de cambio. Estos móviles, que recorren con firmeza las calles de la Ciudad, adquieren un rol aún más noble: serán receptores de residuos especiales con un destino digno, fundaciones enfocadas en el bienestar de los niños.
Los Puntos Verdes Móviles, emblemas de compromiso ambiental, son puntos de encuentro móviles que se despliegan con frecuencia semanal en parques, plazas y rincones de alto tránsito. Además, prestan su presencia en eventos, imparten charlas en escuelas y realizan visitas dirigidas a instituciones y empresas que ansían aprender más sobre sostenibilidad. En estas paradas ambulantes, acogen con los brazos abiertos residuos especiales, plásticos de un solo uso que son especialmente desafiantes para el reciclaje, y elementos que alimentan el ciclo de la Economía Circular. Un simple vistazo al cronograma disponible permite planificar y sumarse a esta causa.
Ahora, en este momento trascendental, se despliega una campaña que destapa nuevos horizontes. Tres tipos de residuos especiales – placas radiográficas, anteojos en desuso y CDs-DVDs – adquieren un nuevo sentido. En un gesto conmovedor, estas contribuciones serán entregadas a las Fundaciones Garrahan y Zambrano, entidades que han asumido la noble tarea de mejorar la vida de los más jóvenes.
La Fundación Garrahan abre sus brazos para acoger placas radiográficas de rayos X, excluyendo tomografías, resonancias y mamografías. Estas placas, después de someterse a un minucioso proceso de limpieza para extraer el plomo, se venden y el plástico PET resultante se canaliza hacia el reciclaje. Pero no es todo, los CDs y DVDs también encuentran un nuevo propósito en manos de esta fundación. Se transforman en zapatillas plásticas para enchufes, cajas destinadas a instalaciones eléctricas y hasta alojan medidores de luz.
Por su parte, la Fundación Zambrano abraza la tarea de recoger anteojos en desuso y rotos. Aquellos que conservan su integridad serán donados a niños con escasos recursos, brindándoles un acceso a anteojos que de otro modo les sería esquivo. Mientras que los anteojos dañados se destinan a talleres ópticos, donde se transforman en un campo de aprendizaje para la reparación.
Del 1 al 9 de agosto, se teje un ambiente de educación y entretenimiento. Jornadas lúdico-educativas bajo el llamativo nombre “¡Aprendamos de la energía!” se dirigen a los alumnos de las escuelas cercanas a los Puntos Verdes Móviles. En estos encuentros, los niños son invitados a traer consigo sus residuos destinados a las Fundaciones y a sumergirse en una experiencia educativa inolvidable. Juegos, actividades y premios forman parte del itinerario, donde los pequeños aprenderán a cuidar el entorno a través del manejo adecuado de la energía, explorarán los diversos usos de esta vital fuente y descubrirán un nuevo mundo de posibilidades para reciclaje.