
Combina Conciencia Ambiental y Creatividad en Medio de un Fuerte Aumento de Precios
19 de junio de 2023
La tendencia a adquirir y vender ropa usada en buen estado y actual ha ganado popularidad en los últimos años, impulsada tanto por motivos culturales como económicos. Tras la pandemia, la compra de ropa nueva comenzó a ser vista con preocupación debido a los altos precios, y esto no se limita únicamente a las marcas de lujo, sino que afecta a una gran parte de la población. En un lapso de tan solo tres años, desde mayo de 2020, el costo promedio de prendas y calzado se ha multiplicado por siete, mientras que los salarios han aumentado cuatro veces entre marzo de 2020 y 2023, según el Indec. En este contexto, Urban Luxury, una tienda de segunda mano con varios locales espaciosos y vistosos, señala que “las personas buscan mantener su estilo sin afectar su presupuesto”.
La premisa de hacer que la moda sea asequible y sostenible para todos se basa en el creciente reconocimiento del impacto ambiental de la industria de la indumentaria, lo que lleva a que más personas busquen maneras de reducir su huella ecológica. Por ejemplo, Angelina Macchiaroli, residente de Carlos Tejedor en la provincia de Buenos Aires, aborda la moda circular desde una perspectiva ambientalista, reutilizando los residuos textiles de manera creativa para crear distintas colecciones de prendas, algunas de ellas intervenidas. Ella menciona la creación de buzos y pantalones a partir de residuos textiles industriales proporcionados por una empresa de la ciudad de Buenos Aires. Dado que vive en una localidad pequeña, las personas conocen su trabajo y le donan bolsas con ropa o la adquieren en Cáritas.
Macchiaroli subraya que lo más importante no es tanto el negocio que surge de la ropa desechada, sino la conciencia ambiental del consumidor.
Esta tendencia de la moda circular se manifiesta en locales grandes, bien decorados y con una ubicación céntrica, en contraste con las ferias americanas que solían ser más casuales y locales. Urban Luxury cuenta con locales en diversos barrios y localidades de la Ciudad de Buenos Aires, como Saavedra, Almagro, Belgrano, Palermo, Martínez y Pacheco. Estas tiendas ofrecen ropa usada a precios que son en promedio hasta un 85% más económicos que los de las tiendas originales. Por ejemplo, una campera de la marca Adidas que puede costar hasta 180,000 pesos en la web oficial se vende en Urban Luxury por 36,000 pesos.
Cocoliche Ropa con Otra Oportunidad, con tres locales en La Plata, Belgrano y Palermo, también vende a través de su tienda en línea, abasteciendo a todo el país. Franco, jefe de marketing de la tienda, explica que se pueden encontrar prendas a un tercio del precio de aquellas que se encuentran en los centros comerciales. Por ejemplo, sweaters desde 8,000 pesos en comparación con los 40,000 a 50,000 pesos habituales, y jeans desde 10,000 pesos en lugar de los 30,000 pesos convencionales.
The Vintage Hole, que comenzó como una feria itinerante hace 13 años y ahora tiene un local en Palermo Soho, vende prendas de segunda mano, ropa y artículos vintage, y marcas argentinas de temporadas anteriores. Desde la tienda destacan que los productos de segunda mano tienen precios que van desde 1,000 hasta 20,000 pesos, mientras que los artículos nuevos de temporadas anteriores oscilan entre 4,000 y 50,000 pesos. La diferencia en los precios con respecto a los productos nuevos de primeras marcas es notoria.
A pesar de los avances en la moda circular, existen desafíos como la falta de conciencia ambiental por parte de los consumidores y la ausencia de políticas que promuevan la transparencia y la calidad en las prendas. También se debe estar atento al “greenwashing”, una forma de publicidad que emplea el marketing ambiental de manera engañosa. La moda consciente implica no solo la compra de prendas usadas, sino también el cuidado y la valoración de lo que se posee, considerando el impacto ambiental y los recursos naturales involucrados.
La moda circular surge como contraposición al modelo de moda rápida que caracteriza el crecimiento de la industria en las últimas décadas, promoviendo una mayor conciencia y solidaridad en la manera en que nos relacionamos con la moda.