
Con el objetivo de construir una gestión más eficiente y enfocada en las prioridades de los vecinos, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció un plan de reducción de costos políticos mediante la optimización de su estructura administrativa. Esta decisión permitirá redirigir recursos hacia sectores esenciales como seguridad, salud y educación.
La iniciativa incluyó la eliminación de 19 estructuras gubernamentales, con la fusión de organismos que solían duplicar funciones y la simplificación de los directorios de entidades públicas. Estas medidas generaron un ahorro de $13.319 millones, que ahora podrán destinarse a mejorar servicios fundamentales para los porteños.
“Cada peso que ahorramos en gastos innecesarios es un peso que podemos invertir en más patrulleros, equipamiento médico de última generación o mejores condiciones para nuestros docentes. La prioridad es clara: trabajar por la calidad de vida de los vecinos”, destacaron desde el gobierno porteño.
Un Estado más ágil y enfocado
El modelo de gestión impulsado busca un equilibrio entre eficiencia y atención a las necesidades ciudadanas. La reducción no implica recortes en servicios esenciales, sino una reorganización que prioriza el uso responsable de los recursos públicos.
“Desde el primer día, trabajamos bajo la premisa de que un Estado no necesita ser más grande, sino más eficiente. Esto no significa dejar de lado a nadie, sino enfocar los recursos donde más se necesitan”, enfatizaron las autoridades locales.
Con estos ahorros, la Ciudad podrá avanzar en proyectos concretos que impacten directamente en la vida cotidiana de los vecinos, fortaleciendo áreas estratégicas y garantizando una gestión pública responsable y transparente.