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La Cámara Argentina de Comercio celebró sus 100 años de trayectoria, consolidándose como una de las instituciones más influyentes en el desarrollo del sector productivo del país. En un contexto de cambios y desafíos, este hito no solo conmemora un siglo de historia, sino que reafirma el compromiso con los valores que sustentan la actividad privada como motor del progreso económico y social.
Con 137.000 empresas activas y más de 1.6 millones de empleos generados, el sector privado es clave para el desarrollo de la Ciudad de Buenos Aires y del país. Sin embargo, durante mucho tiempo las políticas gubernamentales estuvieron marcadas por regulaciones excesivas y burocracia, frenando el espíritu emprendedor que caracteriza a los empresarios argentinos.
Un nuevo enfoque para el crecimiento
El Gobierno de la Ciudad, consciente de esta realidad, trabaja actualmente en la simplificación de trámites, la reducción de la burocracia y el fomento de la inversión privada. Estas medidas buscan facilitar las condiciones para que los empresarios puedan enfocarse en lo que mejor saben hacer: innovar, crear empleo y generar crecimiento.
Una alianza estratégica
El evento también destacó la importancia de la articulación entre el sector público y privado como base para un progreso sostenible. Ciudades y países exitosos comparten un modelo de gestión colaborativa, donde las políticas públicas se alinean con las necesidades y el potencial del sector productivo.
“Ninguna ciudad ni país puede prosperar sin un sector privado fuerte. Necesitamos que a nuestros empresarios les vaya bien, porque eso significa más oportunidades y progreso para todos”, señalaron desde el Gobierno de la Ciudad.
Libertad y progreso como pilares
En este marco, la Ciudad reafirma su compromiso con los valores de libertad y desarrollo, trabajando para potenciar el capital humano y brindar herramientas que respalden a quienes lideran el crecimiento económico. La celebración de este centenario es un recordatorio del camino recorrido, pero también una invitación a seguir construyendo un futuro próspero y sostenible en conjunto.
Cien años después, la Cámara Argentina de Comercio sigue siendo un símbolo del espíritu emprendedor argentino, y un aliado estratégico para enfrentar los desafíos de los próximos años.
