
El Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri, ha manifestado su punto de vista acerca del sistema de los metrobuses, indicando que ha llegado a su máximo nivel de eficacia y que es momento de investigar nuevas alternativas en el transporte público que sean más respetuosas con el medio ambiente. Se está evaluando la opción de introducir tranvías y ómnibus eléctricos, los cuales presentan una menor emisión de carbono.
La apertura del último Metrobus en la ciudad, en septiembre pasado, marcó el final de una era según la nueva administración, que ahora está examinando otras estrategias que requieren, en algunos casos, una planificación más meticulosa, la revisión de infraestructura existente y un análisis territorial para determinar su implementación.
El recién creado Ministerio de Infraestructura, que ha absorbido la ex Secretaría de Transporte y Obras Públicas, está encargado de evaluar estos aspectos en la fase inicial, incluido el presupuesto necesario para llevar a cabo las nuevas opciones de transporte durante los próximos cuatro años.
Es probable que Macri aborde este tema en su discurso de apertura de sesiones legislativas en la Legislatura. Durante su viaje a Roma para asistir a la canonización de Mama Antula, se reunió con expertos en transporte de la ciudad, intercambiando proyectos e ideas sobre tranvías y autobuses eléctricos que ya están en funcionamiento allí y que ahora se pretenden implementar en Buenos Aires.
El objetivo del Gobierno es reducir la huella de carbono del transporte público, explorando varias alternativas que podrían aplicarse bajo este concepto, como la electrificación gradual para la creación de rutas que sean recorridas por autobuses eléctricos y líneas de tranvía. Se están evaluando opciones como el Casco Histórico y el corredor norte, desde Ciudad Universitaria hasta Puerto Madero.
Dado que la ampliación de la red de subterráneos resulta inalcanzable por los costos en el presente, la Ciudad está considerando la posibilidad de incorporar tranvías y autobuses eléctricos, entre otras alternativas más sostenibles que los vehículos de combustión. Además, se está revisando la red de ciclovías y bicisendas, que ha alcanzado una extensión de 300 kilómetros desde su lanzamiento en 2009.
“Con Eugenio Patone, Secretario de movilidad de Roma, conversamos sobre los desafíos de la movilidad sustentable en las ciudades. Estuve viendo cómo funciona el sistema de transporte público de la ciudad y su red de tranvías y autobuses eléctricos que circulan por el casco histórico que evalúo implementar en nuestra ciudad para mejorar la movilidad de los porteños”, expresó Macri en redes sociales después del encuentro.
Además de Roma, varias ciudades en todo el mundo cuentan con sistemas de tranvías y autobuses eléctricos, incluyendo Madrid, Barcelona, Zaragoza, Málaga y Sevilla en España, así como varias ciudades en Alemania, Holanda, Francia, Italia y otros países europeos. En América Latina, países como Chile y Brasil también están explorando estas alternativas. La Ciudad busca unirse a esta tendencia global hacia el uso de energías renovables en el transporte público. Aunque la Ciudad desea seguir la tendencia mundial en el transporte público, la situación económica actual requiere una evaluación cuidadosa de los costos para poder planificar en consecuencia.