
Un nuevo paro docente se avecina en la Ciudad de Buenos Aires, y será un paro prolongado que abarcará el miércoles 21 y jueves 22 de junio. Los gremios más destacados en el ámbito docente, Ademys y UTE, han anunciado su adhesión a esta medida de fuerza que pretende extenderse durante dos días, con el propósito de elevar sus voces en demanda de un cambio en diferentes aspectos del sistema educativo y mejores condiciones laborales, especialmente en lo que respecta a los salarios. Además, buscan poner un alto a la represión que ha ocurrido en la provincia de Jujuy.
Los ecos de este paro resuenan en las redes sociales, y la convocatoria de UTE y Ademys muestra un alto acatamiento. Estos gremios, en su actuar conjunto, plantean exigencias clave, entre las que destacan el cese de la represión en Jujuy y la búsqueda de mejoras en los ingresos de los docentes.
La decisión de convocar a este paro tomó forma después de la aparición de grafitis y consignas tales como “No fueron 30 mil” y “Terroristas”, lo cual ha encendido la necesidad de la movilización.
En cuanto a la suspensión de clases, es relevante señalar que no todos los establecimientos educativos se ven afectados por igual. Sedeba, UDA, Camyp y Sadop, entre otros, han declarado su estado de lucha, pero no han anunciado su adhesión al paro.
La Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) ha establecido un paro nacional exclusivamente para el jueves 22 de mayo, dado que el miércoles se realizará una movilización general. En este contexto, UTE participará en las jornadas de protesta de ambos días, uniéndose a la convocatoria de CTERA para el jueves.
En un movimiento de solidaridad y repudio ante la represión en la provincia de Jujuy, las dos CTA y sectores de la CGT planean marchar hacia la Casa de la provincia de Jujuy. Manifestaron que, ante los recientes eventos de represión violenta, han decidido unirse en un llamado de urgencia, buscando llamar la atención sobre esta grave situación. En su comunicado, han dejado en claro que demandarán el cese de la represión, así como aumentos salariales para docentes y trabajadores estatales, y la atención a las demandas de los pueblos originarios respecto a sus tierras.
Además, las centrales sindicales planean presentar una solicitud al Gobierno nacional, solicitando su intervención ante la situación crítica generada por la actuación represiva de las fuerzas bajo el mando de Morales en Jujuy.
La urgencia y la importancia de esta causa han llevado a estas centrales sindicales a mantenerse en sesión permanente para supervisar los desarrollos en Jujuy. En esta lucha por la justicia y la igualdad, la voz de los docentes y trabajadores resuena fuerte, representando una comunidad comprometida con la causa de Ni Una Menos.