
22 de Junio de 2023
En Argentina, la reciente internación de Santiago “Chano” Moreno Charpentier y el trágico incidente en el departamento de Felipe Pettinato han impulsado un debate sobre la salud mental y el consumo problemático de sustancias en el país. Estos eventos han llevado a cuestionar la aplicación de la Ley de Salud Mental (Ley 26.657), que cumple once años de existencia. A pesar de haber sido promulgada hace más de una década, persisten serios problemas en su implementación.
La Ley de Salud Mental incluye el artículo 20, que regula las condiciones para la internación involuntaria de personas. Este artículo establece que la internación involuntaria debe ser considerada como un recurso terapéutico excepcional en casos donde no sean posibles los tratamientos ambulatorios. Sin embargo, surge la controversia sobre cuándo se puede considerar un riesgo cierto e inminente para justificar esta medida.
Las opiniones de los expertos son variadas. Algunos argumentan que es difícil internar a personas que no tienen contacto con la realidad, ya sea debido a consumos problemáticos de sustancias o a trastornos psicóticos. Aseguran que las internaciones involuntarias suelen ser evitadas por profesionales de la salud y las propias personas afectadas, lo que puede llevar a situaciones de judicialización.
La interpretación y aplicación de la ley también es un punto de debate. Algunos especialistas sostienen que la ley permite la internación involuntaria en casos de riesgo cierto e inminente, pero la falta de implementación efectiva lleva a que muchas personas no reciban la atención adecuada. Otros mencionan que la ley en sí misma no prohíbe la internación involuntaria, pero la práctica es caótica debido a problemas burocráticos y falta de capacitación.
La Ley de Salud Mental también se enfrenta a problemas más amplios en la atención de la salud mental en Argentina. Se señala que a pesar de los avances legales, existe un estigma social asociado a los problemas de salud mental y al consumo problemático de sustancias. Las personas no suelen recibir la atención y el tratamiento adecuados, y los servicios de salud mental en hospitales generales y clínicas privadas son insuficientes.
Se destaca la necesidad de un cambio cultural en la forma en que se aborda la salud mental en la sociedad. Aunque el gobierno ha lanzado estrategias para fortalecer la atención de la salud mental, incluyendo la provisión de más fondos, todavía hay un largo camino por recorrer. La falta de estructuras de atención adecuadas, la estigmatización y la falta de información son desafíos que deben ser abordados para garantizar una atención integral y adecuada en el ámbito de la salud mental en Argentina.