La Cumbre de Mercociudades: Prioridades para un Futuro Sostenible y Equitativo en América del Sur
Tras un profundo y fructífero intercambio de ideas durante un lapso de tres intensas jornadas, más de setenta urbes provenientes de nueve naciones sudamericanas han concluido con éxito la Cumbre de Mercociudades. En este foro trascendental, se ha reafirmado el compromiso colectivo de intensificar los esfuerzos orientados hacia la edificación de una región más inclusiva, solidaria, pacífica, integrada y sostenible. Además de los imperativos a nivel global y regional que sustentarán la realización efectiva de estos compromisos, se han delineado nuevas designaciones que otorgarán dirección a esta noble causa. Entre estas designaciones, sobresale la investidura de la ciudad de Montevideo, que asumirá la presidencia durante el próximo año.
La hoja de ruta, plasmada en el presente documento, se forja sobre una profunda meditación acerca del entorno regional y mundial, así como de los desafíos colosales que yacen ante nuestro continente en su búsqueda de la inclusión social, equidad y sostenibilidad. En este contexto, emerge con fuerza el desafío ineludible de priorizar, en los trazados estratégicos, políticas y acciones en el ámbito local, las siguientes premisas: la instauración de Ciudades Cuidadoras, el fomento de Ciudades Ambientalmente Sostenibles y la promoción de Ciudades Innovadoras.
Este trascendental pronunciamiento, además, proyecta su alcance hacia instancias internacionales y regionales, alzando demandas concretas. En relación al Mercosur, se hace hincapié en la urgente necesidad de profundizar la autonomía de las municipalidades, avanzar en instrumentos financieros de alcance local, nacional y regional, y reconocer el genuino derecho de los gobiernos locales a hallar representación en el seno del bloque. Asimismo, en el plano global, se alza una voz de alarma sobre la imperante necesidad de fortalecer las capacidades locales para encarar la adaptación al cambio climático y mejorar el acceso a fuentes de financiamiento para combatir la crisis climática, erigiéndose como una prioridad apremiante en la agenda mundial.
En esta trascendental encrucijada, las ciudades de América del Sur han trazado un camino claro y definido hacia la transformación y la realización de un porvenir más justo y sostenible, donde los cimientos de la cooperación y el compromiso mutuo edifiquen una sociedad en armonía con su entorno y con las generaciones venideras.